viernes, 11 de abril de 2014

LA GUARDIA

Le deseé que tuviera un buen turno y le guiñé el ojo con aire burlón, de todas las garitas de aquel cuartel le había tocado hacer guardia en la peor, la más alejada, junto al bosque, la garita con la que metíamos miedo a los novatos hablándoles de aquella dama de blanco que muchos decían haber visto; pero su cara no reflejaba miedo alguno, parecía tener mejores cosas en las que pensar; su mirada era ausente y sus últimas conversaciones se habían limitado a monosílabos. Todavía no había llegado al cuerpo de guardia cuando oímos el disparo que nos dejó a todos helados. PINTURA DE ERNEST DESCALS. TITULO: GUARDIA EN LA MILI.