Quizás mañana; se repetía cabizbaja arrastrando su desilusión hasta su casa junto al faro. De noche; si el mar estaba embravecido, los bufones del acantilado la sobresaltaban con sus rugidos, ella se levantaba, miraba por la ventana hacia el horizonte y volvía a la cama. Mirando la estampita de San Elmo que tenía en la mesita de noche, suspiraba pidiendole que el mar trajera a puerto, a los valientes marineros de aquel pequeño pueblo costero; sin saber que aquel santo, poco podía hacer tras la noticia que ya iba recorriendo el pueblo.
lunes, 23 de diciembre de 2013
miércoles, 4 de diciembre de 2013
LIBERTAD
Se durmió soñando que él también podía volar y por la mañana se despertó convencido de ello; apuró su taza de café y se encaramó a la barandilla del balcón; un segundo después, decepción, seguido por el miedo y finalmente libertad; decepción al descubrir que no podía volar; miedo por que sabía que la muerte le esperaba en aquella acera que cada vez estaba más cerca; finalmente libertad, por que ya no tendría que preocuparse de la hipoteca, ni de la orden de desahucio, libre; por fin libre.
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